Nada de resort, servicio a la habitación, restaurantes de lujo y lugares típicos para turistas. Te propongo no ser un turista sino un viajero. Te propongo conocer a nuestro país a través de su gente, de sus costumbres, de su música y sus comidas; a pie o en bicicleta, en contacto directo con la naturaleza.
El poblado de
Mitibibo se puede tomar como comienzo de esta aventura. Esta ubicada en pleno Páramo de Sierra La Culata, ramal nororiental de Los Andes venezolanos. Se llega pasando por la carretera trasandina Mérida - Apartaderos, como a diez minutos tomas un cruce a la izquierda, hacia Llano el Hato (vía Astrofísico). Se encuentra a 3.400 m.s.n.m, en la parroquia La Toma, en el Municipio Rangel del Estado Mérida.
En este pueblito habitan parameros en casas andinas tradicionales ubicadas en medio de la naturaleza. Algunas de estas fueron acondicionadas y convertidas en
posadas por sus propietarios, con la asesoría técnica y apoyo financiero de la fundación
Programa Andes Tropicales, para recibir huéspedes y así contribuir al fomento del turismo rural comunitario. Esto ha incentivado a la creación de la Red de Camino de Posaderos para interconectar distintas poblaciones.
La aventura comienza, inicialmente, cuando en la noche la temperatura puede hasta llegar a 0 grados y no se cuenta con un sistema de calefacción moderno, sino que dependerá de unas cuentas botellas de agua caliente introducidas debajo del cobertor de tu cama para mantenerte a gusto y así conciliar un sueño reparador. Para asearte deberás de ingeniártelas para no congelarte al salir de una ducha caliente, pues la temperatura promedio día es de 13°. Es conveniente contar con ropa adecuada, como una buena chaqueta y pantalón de fibra polar, guantes y gorro, para disfrutar sin tropiezos de esta temperatura. A la hora de comer, disfrutarás de la típica rica comida andina paramera: arepas de trigo, miel, revoltijo de huevos criollos, queso ahumado en hojas de frailejón, la pizca, te de hierbabuena y la bebida calentao; productos estos elaborados en la zona y que con tu consumo ayudas a la manutención de muchas familias.
En Mitibibo conseguirás aire puro y tranquilidad. Percibirás constantemente el susurro del río que bordea al pueblo. En las noches con cielo abierto, tus ojos no alcanzaran para ver tantas estrellas juntas. En el día, si caminas por los alrededores, quedaras empalagado de la diversidad de colores de los jardines de las casas andinas allí establecidas. La neblina y el roció se convierten en tus compañeros de estadía, es por ello que es importante que no te descuides y siempre estés abrigado.
Desde este poblado puedes realizar distintas travesías, en compañía de los guías o baquianos del lugar que por un precio módico, te llevarán a adentrarte en el corazón de los páramos andinos, conociendo otra faceta de estos paisajes. Puedes hacerlo a pie o, si prefieres, en bestia. La travesía que te recomiendo que hagas es la de La Laguna Los Patos, pero puedes escoger también ir al El Portachuelo, la Laguna de los Muñecos o recorrer el Páramo El Banco. Degustar un rico almuerzo, en plena travesía y amparados por las grandes montañas andinas, es un experiencia encantadora. Prohibido no portar cámara fotográfica, pues nunca sabrás si tendrás la suerte de que te sobrevuele un cóndor. A través de los recorridos con los baquianos, entre la neblina, frailejones gigantes y potreros, te enteras de lo que acontece en los alrededores: espantos y aparecidos, héroes de la localidad, fiestas que celebran y tradiciones arraigadas.
Si no contaras con buenas condiciones físicas para efectuar travesías, entonces te sugiero es que esperes a que caiga la tarde y si el cielo está despejado, visitar el
Observatorio Nacional de Llano del Hato , que queda como a 15 min de Mitibibo, en el poblado de Llano del Hato.
Si buscas relax y desconectarte de los enrollos de las metrópolis, aquí te presento uno de mis lugares predilectos.